Rusia ha confirmado más de 232,000 casos de coronavirus, el segundo más alto del mundo.
En las últimas 24 horas, el país ha reportado 10,899 infecciones, el décimo día consecutivo por encima de 10,000.
Entre los infectados se encuentra el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov, según los medios locales.
Es el último alto funcionario en dar positivo después de que el primer ministro Mikhail Mishustin contrajo la enfermedad.
La noticia llega el día en que el presidente Putin alivió el bloqueo del país. Los trabajadores de la fábrica y la construcción volvieron a trabajar el martes, aunque Putin dejó a las regiones libres para establecer restricciones dependiendo de las circunstancias locales.
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A pesar del alto número de casos confirmados, el número de muertos en Rusia es de solo 2,116.
Funcionarios del gobierno dicen que el programa de pruebas masivas del país es responsable de esta baja tasa de mortalidad, pero muchos creen que el número es realmente mucho mayor.
Mientras tanto, las autoridades de San Petersburgo apagaron un incendio en una unidad de cuidados intensivos, que mató a cinco pacientes con coronavirus y forzó la evacuación de unas 150 personas.
¿Cuáles son las últimas noticias en Rusia?
Los medios locales informaron el martes que Peskov, el portavoz presidencial desde 2012, había dado positivo por el virus y ahora estaba hospitalizado.
«Sí, estoy enfermo. Estoy recibiendo tratamiento», dijeron nuevas agencias.
El primer ministro Mishustin dio positivo por coronavirus hace dos semanas. Desde entonces, la ministra de Cultura, Olga Lyubimova, también ha sido diagnosticada con el virus, al igual que el ministro de Construcción, Vladimir Yakushev, y uno de sus diputados.
Peskov le dijo a la agencia de noticias TASS que se reunió por última vez con el presidente Putin hace más de un mes. Putin trabaja de forma remota desde su residencia fuera de la capital, y el Kremlin dice que su salud está bien protegida.
El presidente anunció el fin de seis semanas de «días libres» en un discurso televisado el lunes. Los rusos comenzaron a volver a trabajar el martes por la mañana.
La epidemia está lejos de terminar, advirtió el presidente, diciendo que «el peligro persiste». Pero todos los sectores de la economía deberían comenzar a recuperarse, dijo, a pesar de que las autoridades locales podrían imponer restricciones más estrictas si fuera necesario para contener la propagación del virus.
Moscú es el epicentro de la epidemia rusa, representando más de la mitad de los casos del país y más de la mitad del número total de muertes.
La semana pasada, el alcalde Sergei Sobyanin extendió la ejecución hipotecaria de la capital hasta el 31 de mayo. Aunque los trabajadores de la construcción y la industria ahora deben volver a trabajar en la ciudad, todos deben usar máscaras y guantes en las tiendas y en el transporte público.
Los residentes aún no pueden salir de la casa, excepto para ir de compras, trabajar o pasear al perro, y deben tener un permiso digital para viajar.
Sobyanin estimó previamente que la capital podría tener más de 300,000 infecciones, aproximadamente tres veces su número actual confirmado.
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